Redacción / Javier Barbado. Redacción
El Servicio Catalán de la Salud (Catsalut) dejará de pagar a los hospitales catalanes los medicamentos contra el VIH en función de las cajas que dispensan para pasar a abonarlos a partir de un precio fijo por paciente y mes, una especie de tarifa plana, aunque la terapia más adecuada pueda ser más cara, en el marco de una medida que entrará en vigor el 1 de julio.
Antoni Gilabert.
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Farmaindustria, la patronal del medicamento innovador, ha mostrado su recelo a la iniciativa y ha manifestado que la modificación del sistema de pago es “un desafuero y un error”, teniendo en cuenta que la medida se suma al descuento en el precio de los fármacos que Salud ya aplicó el año pasado.
Según la patronal, la tarifa de la Generalitat es hasta el 12 por ciento inferior al coste farmacólogico real por paciente y mes en estos medicamentos y enfermedades en comunidades de referencia.
Por esa razón, fuentes de la agrupación han criticado que la modificación no se haya debatido de forma previa, lo que entiende que representa una “ruptura de las reglas” que conforman actualmente la prestación farmacéutica. La patronal ha pedido que se paralice la aplicación del nuevo modelo y ha advertido de que, al establecerse un coste fijo por paciente y mes con independencia del medicamento que se administre, “los pacientes pueden ver limitado e incluso restringido su acceso al tratamiento más adecuado”.
GH e inmunosupresores
El gerente de Atención Farmacéutica y Prestaciones Complementarias del CatSalut, Antoni Gilabert, anunció que la medida, pactada con los directores hospitalarios, afecta a otros dos grupos de medicamentos: hormona del crecimiento e inmunosupresores.
En efecto, en el foro mencionado, Gilabert se refirió al sistema de pago en antirretrovirales, inmunosupresores selectivos y hormona del crecimiento, y precisó que requieren de un abordaje específico dada la gran variabilidad que supone su aplicación, de modo que se ha fijado un sistema de facturación por medio de una tarifa farmacológica por paciente.
De este modo, Salud establecerá un coste fijo por enfermo y mes con independencia del medicamento que se administre: “Se trata de una forma de simplificar el proceso de pago y de un sistema que incentivará a los hospitales a negociar descuentos con las farmacéuticas”, aseguraron fuentes del departamento que encabeza Boi Ruiz.
En el caso del VIH, que se lleva gran parte de la factura de farmacia hospitalaria, el Catsalut ha fijado dos tarifas para evitar discriminaciones: pagará 613 euros al mes por cada paciente con VIH convencional o administración de profilaxis de urgencia (casi el 98 por ciento) y 1.259 euros por los multirresistentes (cerca del 2 por ciento del total).
Especial polémica en la comunidad científica y asistencial
El VIH ha sido especialmente polémico entre los investigadores, clínicos, jefes de unidad y entidades de atención por no haber participado en la discusión del nuevo modelo, que han mostrado su rechazo a la medida. De hecho, la propuesta inicial no contemplaba una diferenciación para los usuarios con resistencias a la terapia convencional, y Salud ha contemplado, por último, esta distinción.
En el caso de la hormona de crecimiento, ha fijado cuatro tarifas: 311 euros al mes para cada paciente de hasta nueve años, 528 euros para la franja de 10 a 18, 738 para los niños de cualquier edad con patologías complejas y 193 euros para los adultos.
En el de los inmunosupresores, el Catsalut abonará 866 euros al mes para los pacientes con psoriasis, 1.004 euros en el caso de patologías digestivas y 732 euros para los casos reumatológicos.
En total, habrá nueve tarifas fijas de pago, un sistema que “también se ha estudiado para otras enfermedades, como el cáncer y la esclerosis múltiple”, ha revelado Gilabert, que ha concretado que, de momento, se ha descartado este extremo porque estos medicamentos varían mucho en poco tiempo y cuesta fijar un precio estable medio.
De hecho, Gilabert ha justificado el cambio de sistema de pago en solo tres áreas terapéuticas por dos motivos: “Porque no se esperan grandes innovaciones farmacológicas en los próximos años y porque todos los pacientes comparten un patrón común”, algo que no ocurre en los enfermos oncológicos, por ejemplo.
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